“Con la música hacemos realidad el sueño de nuestros próceres: unificar el continente”

Entrevista a Roberto Márquez (Illapu)

Por Jasmine Campos y Carlos G. Cano
Fotografías de Carlos G. Cano

‘Nos sentimos como si viniéramos a contribuir
con lo que acaba de nacer’

‘Chile no es un gobierno de izquierda,
para nada’

‘Sólo sorprendiéndonos
podemos sorprender también al público’


Con casi 40 años de trayectoria artística y habiendo sobrevivido a una dictadura, la persecución y el exilio, la música de Illapu (‘rayo’ en quechua) llega hasta nuestros días como un testimonio de las luchas sociales y la tradición cultural en América Latina.

Sus letras abordan lo social sin olvidar el amor y la poesía -han musicalizado, entre otros, a Roque Dalton o Mario Benedetti-, y su propuesta musical es notablemente innovadora: mezclan el folklore, la rumba, el jazz o el rock, y utilizan instrumentos como la zampoña, el saxo, el bajo y flauta traversa.

En Chile se les ha llegado a consider el grupo más popular del año, actuando en plazas tan reconocidas como el Festival Viña del Mar. Y aquí en El Salvador, con los años y a base de himnos populares, se han convertido en toda una leyenda.

Cuando en marzo de 2009 visitaron el país, por vez primera, para tocar en el Festival Verdad de la UCA, y tras el concierto, entre gritos y ovaciones de sus fans, pudimos hablar con Roberto Márquez, vocalista y compositor del grupo.


¿Qué ha supuesto para vosotros tocar en El Salvador por primera vez?
Ha sido una hermosa sorpresa, la que hemos tenido. Hace muchísimos años que teníamos ganas de estar en El Salvador. Pero las circunstancias son bien especiales, justo cuando el FMLN acaba de ganarlas elecciones… Así que nos sentimos como si viniéramos a contribuir con lo que acaba de nacer.

Una de vuestras canciones más famosas es ‘No pronuncies mi nombre’. ¿Cómo conocisteis la obra poética de Roque Dalton?
Nosotros vivimos exiliados en París porque nos expulsaron de Chile en 1981, y allá conocimos a gente de todos los países de América Latina. Una chica salvadoreña me habló de Roque Dalton y, como me gusta mucha la poesía, empecé a leerlo hasta que me topé con ese poema, me gustó muchísimo y lo musicalicé. En ese momento, además, buscamos la forma de darle un carácter un poco distinto para acercarla al mismo Roque y a El Salvador. Sabíamos que tocarla aquí iba a ser muy especial.

Illapu ha combinado, durante décadas, el compromiso social con la investigación musical y la poesía. Una mezcla así no suele ser muy habitual.
Somos un grupo muy preocupado por la realidad de nuestro continente, de nuestro país… Pero, lo mismo que nos gusta hacer canciones que llamen a la reflexión y que toquen temas difíciles, también nos gusta cantarle al amor y a la poesía. Nunca hemos cerrado nuestro universo musical, y eso tiene que ver tanto con las temáticas como con lo musical. Muchas veces fusionamos ritmos de varios países, tocando instrumentos de un lugar con músicas de otros… Somos muy irreverentes y sentimos que, con la música, tenemos la libertad de hacer realidad el sueño de nuestros próceres: unificar al continente.

¿Cómo lográis dosificar la innovación musical en cada disco?
Bueno, es que somos muy inquietos. Cada uno de nosotros, por ejemplo, cuando viaja está siempre descubriendo instrumentos, poesía… Esas cosas nos permiten ampliar nuestro universo porque lo que buscamos, al final, es sorprendernos a nosotros mismos. Nos gusta ensayar una canción y sentir que estamos haciendo algo que no habíamos hecho. De esa manera sorprendemos también al público. Además alternamos canciones con texto con otras instrumentales, y a ves sólo con cuerda, o sólo con vientos… Siempre estamos buscando nuevas fusiones.

Desviándonos un poco de lo musical, el panorama político en América Latina parece estar cambiando… ¿Qué pensáis al respecto?
Bueno, la verdad es que estamos muy complacidos con lo que está pasando en América Latina. Sentimos que es la respuesta de los pueblos, que han buscado con una fórmula, con otra… con caudillos, con gente que nos ha engañado… América Latina viene de vuelta de muchos experimentos de distinta índole, pero siento que los pueblos no se cansan, todavía, y siguen buscando la respuesta a sus inquietudes, a sus carencias. Y se están desarrollando procesos muy distintos: en Bolivia, por ejemplo, un presidente indígena… ¡es increíble!

Háblanos de esas inquietudes
La riqueza sigue estando muy mal repartida y tenemos un capitalismo casi invisible pero omnipresente y cada vez más poderoso, ¡es un suprapoder! Están los presidentes de América Latina y, sobre ellos, los presidentes del poder económico, que son quienes manejan los hilos del mundo, actualmente. Frente a eso lo único que se puede hacer es que los pueblos busquen respuesta , que tiren todo de la mesa partir de cero porque hasta ahora nada parece resolver los problemas de siempre. En algunos lugares parece que todo está bien…

¿Como en Chile?
Exacto. Chile se muestra como ejemplo para el resto de América Latina pero en realidad su actual modelo se impuso bajo la bota militar. El libre mercado se impuso bajo la dictadura de Pinochet, sin libre oposición: sindicalismo, una opinión pública que lo humanizase… Siento que hasta en EEUU el libre mercado es más humano que en Chile, porque en Chile ¡hasta las carreteras son pagadas! En chile todo se paga. Y el modelo que se exporta para el mundo es un modelo en el que quien tiene plata puede vivir feliz, pero el que no está absolutamente marginado del sistema. Casi ni existe, porque como el poder económico maneja los medios y maneja todo, hay gente que no existe. Los pobres en Chile no existen porque no están en las cifras ni en la televisión…

Después de la victoria del FMLN, muchos medios volvieron a colorear el mapa de América Latina, y el gobierno de Chile siempre se considera de izquierdas…
Chile no es un gobierno de izquierda, para nada. Los que mejor han administrado el libre mercado son los de la Concertación. No sé si saben que, el día que se retiró, en una comida que le hicieron, Lago fue aplaudido por todos los empresarios chilenos… ¡Los empresarios están felices con un gobierno que no tiene nada de izquierdas! Nada, nada. Ésa es la mejor forma de que el capital se imponga sin oposición…

Durante muchos años habéis cantado intentando impulsar un cambio. Pero ahora que el cambio parece estar llegando ¿qué vais a cantar?
Hay mucho, todavía… Y en El Salvador se ve. Siento que nuestra música tiene un rol muy importante que jugar porque los pueblos buscan respuestas y, aunque nosotros no las tengamos, cuestionamos absolutamente la sociedad en la que vivimos.

Comentarios

Eleazar Rivera dijo…
Bonito el blog.
Me alegra encontrar cosas interesantes.
Jasmine Campos dijo…
Hola, Eleazar. Muchas gracias. Saludos!

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